Este es un blog personal acerca de crianza. De cómo me ha funcionado observar, conocer y entender las necesidades y actitudes de mi hijo, sin depender de un psicólogo. En este blog quiero demostrar que depende de nosotros tomar el control. De tomarnos el tiempo de escucharlos y de observar qué acciones influyen en su conducta.

El colecho: Mami, ¿Puedo dormir contigo?


Muchas veces nuestros hijos o hijas nos han pedido dormir con ellos, más aún si los hemos tenido en nuestras camas desde recién nacidos´ya sea por facilitar la lactancia nocturna o por pura necesidad de protección y vigilancia de su sueño.

Entonces pasa que se hacen grandes y pensamos que ya requieren de más espacio - quizá del propio - así que les disponemos una habitación, una cama y demás accesorios que serán solo para ellos, pero nuestros niños quieren seguir durmiendo a nuestro lado, lo que es totalmente normal.

Se han acostumbrado a sentir el calor de mamá o papá, a que los abracemos mientras duermen, que les sobemos la cabecita o el simple hecho de sentirnos a su lado, hacen su sueño aún más reparador y reconfortante.


Dejar la cama de mamá y papá puede tomar su tiempo -como la lactancia- y es totalmente aceptable, normal y entendible. Más aún, como ya mencioné, si han dormido con nosotros desde recién llegados.

Así que, compartir el lecho - el colecho - puede finalizarse mejor si se le entiende y ve más por etapas, principalmente si llevamos a cabo la etapa de cierre para tener un fin de colecho apropiado y respetuoso.

Cabe resaltar que el colecho es decisión familiar. Si han decidido iniciarla, dejarla o no llevarla. Es una decisión de mamá y/o papá. Que las opiniones de terceros no influyan directamente en la crianza de sus hijos.

Por ello, vale también aclarar que hay quienes afirman que el colecho es una las causas de muerte súbita, lo que es un error: La muerte súbita es una muerte repentina e inexplicable que no tiene por qué asociarse con la muerte por asfixia o aplastamiento que sí tienen una explicación. 
Así que no caigamos en esos errores. Podemos compartir cama con nuestros hijos con los cuidados y las previsiones necesarias sin provocarles ningún daño.

Por otro lado, practicar el colecho tiene sus ventajas y la mayoría de ellas inciden en las relaciones con nuestros niños, en su disminución de angustia durante el sueño y la sensación de seguridad que les producimos.
Otros estudios afirman que, como el colecho disminuye los niveles de estrés en los niños durante el sueño, sus capacidades cognitivas y sociales se amplían. Descargan menos cortisonas y eso les es más favorable en sus otras actividades.

Ahora, si están pensando dejar de dormir con el bebé o no tan bebé en casa, pueden considerar las siguientes recomendaciones:

  • Hacer participar a nuestros hijos de la ambientación de su nuevo espacio personal, su habitación, puede motivarlos a ir dejando el cuarto de papá y mamá. 
  • Acompañarlos las primeras noches hasta que se duerman, puede ser también de ayuda. 
  • Del mismo modo, hay que entender si aparecen en nuestra cama por las mañanas. Van a extrañar sentirnos cerca aún.
  • Continuar con las actividades antes del sueño como cantar, contar cuentos, un baño tibio, lo que se haya instaurado en algún momento como un ritual para dormir, no debe dejar de hacerse.
  • Habrá que reforzar también su seguridad y explicarles las razones, más convenientes para cada familia, de la decisión de dormir en su propia cama o habitación.



Sepan que, tal como en el destete, no existe un tiempo determinado para que los niños se adapten a dormir solos, eso dependerá de cada familia y de cada pequeño. 

También es importante que sepan que si aún no consideran apropiado, según las reacciones de sus pequeños, cesar con el colecho. Siéntanse en libertad de seguir practicándolo hasta que su criatura o ustedes estén más listos para dejarlo.



No olviden que dormir con sus hijos no es causa de daño alguno en ellos, ni físico, ni emocional, si se tienen los cuidados y previsiones necesarios. 
Tampoco es causa de muerte súbita, ni los harán niños inseguros. No hay ningún estudio que avale estas afirmaciones, por el contrario, muchas sociedades y culturas apuestan por una crianza con apego y también por el colecho. Lo demás son solo prejuicios de la gente.

Siempre siéntanse en libertad de criar y educar a sus hijos según sus necesidades como familia.


Gracias por leer. Gracias por seguir el blog.
Hasta un nuevo post.

La mamá de Italo.






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